Cuadro Albarracín - Anda del Alto

Óleo sobre lienzo de 50×40 cm.

Albarracín

Albarracín era nuestra ciudad fetiche y Ana no podía dejarla escapar de su memoria, sabiendo que le quedaba poco tiempo y queriendo plasmar sus vivencias, sus momentos inolvidables.

Ana se puso manos a la obra sin dejar escapar nada. Estuvo una madrugada entera sin descansar, se enfadaba, lloraba… y desde fuera la impotencia de no saber qué hacer para ayudarla, solo llorar con ella, abrazarla y decirle que volveríamos a ir.

Mis hijos y yo hicimos realidad su sueño y volvimos a Albarracín.